Pintar es hasta cierto punto no pintar y escribir es dejar cosas no dichas, mostrar indicios que se completarán en la imaginación del lector igual que es en el cerebro del espectador de un cuadro y no en el lienzo donde se convierten en figuras los trazos sueltos, las líneas abreviadas del pintor.
Antonio Muñoz Molina, Como la sombra que se va, pàgina 64.